-"Alli viene... Ocúltense!!".




Era un 15 de Abril, el hombre caminaba en zig zag por los arboles que habían camino a su casa. Su cédula de identidad coincidía con el calendario de este día. Se pasaba la lengua por las comisuras de sus labios e imaginaba un dulce sabor a manjar y bizcocho suave y esponjoso. Tarareaba una canción que se dedica a las personas solo una vez al año. Imaginaba cuatro cajas
envueltas en celofán brillante y colorido... cintas que embellecerían hasta un bote de basura, y todas juntas sobre la mesa, escuchando un coro familiar coincidiendo con la tonada previa. No dejaba de sonreír. Incluso si lo miraban de espaldas se notaba su pronunciada dentadura que irradia ridículo y felicidad.

- Aun no llega... no podemos dejar todo hasta aquí... nos ha costado un mundo... ¿Y todo para que no llegue?

- Cálmate, si es imposible que no aparezca. Pasa en este lugar la mayor parte de su vida.
- ¿Recuerdas que tienes que decir antes?
- ¡Pero claro! No es primera vez que sorprendo a alguien.
- Pues no quiero que sospeche de nada, y si llega a descubrir algo... ¡Te las vas a ver conmigo!
- No te preocupes... recordará esto hasta el último de sus días.
-Bueno, repasemos el plan... Tú te pones detrás de esa pared, mientras yo hablo con el como si fuera un día común. Luego lo traigo hasta aquí y lo distraigo para que no sospeche nada. Ya cuando veas que te hago la señal, apareces y le damos la sorpresa!! Y claro, luego vemos los regalos, ¡Y a disfrutar se ha dicho!.

-De acuerdo. (pausa mientras mira disimuladamente a su derecha) ¡Pero atento que ahi viene!
* * *

El hombre sonriente estaba camino a su casa a festejar con su esposa fiel e hijos maravillosos, cuando hace su parada habitual y clandestina a un burdel de mala muerte cercano a su trabajo. Cuando se dirigía al callejon por donde debe pasar para llegar a su destino, un hombre serio le conversa de la vida, le pide la hora y hablan mientras se encaminaban al angostillo. Luego de conversar, el hombre hace una seña con las manos hacia una de las paredes y aparece otro sujeto que encañona al ya no muy alegre sujeto, m
ientras el hombre serio le quitaba la quincena de su trabajo, sus tarjetas, todas sus pertenencias, y su alegría. Luego de recibir un disparo en el pecho y caer lentamente al piso, pensó que lo único que pudo salvarlo eran un puntual deseo pedido a unas velitas, que aun así ni con ese ultimo leve suspiro podría apagar.



1 entrometidos.:

SummerLooserBoy dijo...

Creo que la paradoja de los dos caminos es fundamental para ver cuantas desiciones se tienen que dar en la vida; solo que esas desiciones son variables constantes, son predisposiciones a algo que ocurra ...

"Luna fresca que invade esta corriente opaca de personas llameando nadie sabe qué, por las veredas se escuchan gritos internos, súplicas y blasfemias de seres monstruosos que no conocen la mirada sensata. En el centro de la ciudad se perciben multitudes de frustaciones y deseos sexuales mezclados con la injuria y la traición. Ojalá los sentidos traspasaran cuerpos. Que éxtasis es afilar el cuchillo ... "
Abstracto.Inconsistente.No complementas.Saludos :)